(del curso «El lugar del docente y las dificultades de aprendizaje»)

Por lo general los contenidos se brindan a través de la lectura y la escritura. Entonces, se puede acompañar a los alumnos con dificultades en escritura y/o lectura, facilitando el uso de computadoras, teclados u otros modos que les ayudan a entender sus propias producciones y así puedan leerlas ellos con menos dificultad y también sus maestros, compañeros y padres.
También resulta útil, utilizar un grabador, el maestro/a puede grabar las indicaciones y le permite al alumno/a escuchar las veces lo que necesite. Se trata de brindar herramientas para estar en igualdad de condiciones no de otorgar ventajas.
Si algún alumno se angustia al leer, podemos leerle nosotros. La idea es que comiencen a leer ellos y luego continuar leyendo el maestro/a o un compañero/a, ya que al presentarse una dificultad en lectura, los textos largos generan estrés y eso complica más aun la capacidad lectora.
Algunos alumnos no logran copiar de la pizarra porque se marean, sugerimos organizar de modo que copien de un compañero/a o de un texto en papel que tengan a su mano. También se sugiere dar la opción de que escriban con letra cursiva o mayúscula.

Es importante que los maestros/as expliquen a todos los alumnos que algunos compañeros necesitan calculadoras, un lector, más tiempo, grabadora, mapas mentales, dibujos, más ejemplos, palabras resaltadas, más espacio, ayuda para comprender enunciados, y otros. Como otros alumnos necesitan otros recursos en otros ámbitos del desempeño escolar, para relacionarse socialmente, para aceptar y respetar limites, para expresarse, para moverse físicamente, etc. Instalar la idea de heterogeneidad es muy enriquecedor para todos.

Recordemos que acceder de forma distinta a los contenidos no es un privilegio, sino un derecho.