Somos seres “cuentacuentos”, y ya desde niños adquirimos un lenguaje para explicar estas historias que llevamos en nuestro interior”
Jerome Bruner

En las últimas décadas, ha quedado claro el importante rol de la narrativa y los tipos textuales para explorar los contenidos en el aula. En particular, en el aula de idiomas son indispensables.
Los seres humanos tenemos identidad porque podemos fabricar historias sobre nosotros mismos. En la narrativa, confluyen la memoria y la fantasía. La educación es precisamente la encargada de construir nuestras vidas enseñando nuestro pasado (la historia), nuestro presente (ciencias sociales) y lo posible (literatura y arte).
Mediante las narraciones construimos y compartimos significados para entender el mundo y buscar un sitio en él. Se deben utilizar relatos, historias, narraciones en clase. Podemos entender la ciencia, por ejemplo, como una historia de seres humanos que superan ideas recibidas para solucionar problemas nuevos.
La enseñanza a través de contenidos curriculares de distintas disciplinas (Ciencias sociales y naturales, literatura, etc.) permite que el alumno que aprende un idioma extranjero se involucre en una comunicación real porque el foco no está puesto solamente en la forma o las funciones del lenguaje. Los alumnos investigan, debaten, cuestionan, critican y así utilizan el idioma en una interacción social auténtica. Necesitamos de los contenidos para darle sentido y significado a la enseñanza de la lengua extranjera.
La literatura y los tipos textuales  son indispensables en la enseñanza de idiomas para explorar dichos contenidos y al incluirlos en nuestras clases, brindamos un rico contexto estimulando, además, la curiosidad y la creatividad.